
Reflexiones sobre el uso diario de asistentes de IA
¿Por qué este artículo? Bueno, surge de algunas reflexiones de las últimas semanas, motivadas principalmente por los estupendos posts de David Hurtado Torán (sí, soy fan).
Pensando durante los cafés matutinos (sobre las 6:30 a.m.) en cómo el uso de asistentes de IA está impactando mi día a día, me decidí a plasmarlo aquí. Y, por supuesto, estoy seguro de que algunas o muchas de estas líneas están apoyadas por mi asistente («máquina» lo llama David), aunque no le he puesto nombre.
Esto me lleva a pensar, ¿por qué no le he puesto nombre? Quizá porque uso varios modelos y dos plataformas distintas. También puede ser porque, según el canal (texto o imagen), uso un asistente u otro. Y, para rizar el rizo, según el entorno (personal, comunidad técnica o empresarial), elijo diferentes asistentes.
Pero para simplificar, uso modelos de OpenAI y asistentes de Microsoft (mis queridos Copilots).
Reflexiones sobre el impacto de los asistentes en mi rutina
La primera reflexión que me hago es, ¿qué ha cambiado en mi día a día con su uso? Como bien indica David, he adquirido el hábito de usarlos… de hecho, casi podría decir que me estoy «relacionando» con ellos. Me detengo aquí, en esta palabra: relacionar (nota: aquí debo añadir una descripción, esto es para mi asistente 😉).
Ha cambiado mi forma de aproximarme a las necesidades que tengo: laborales, personales, etc. Prácticamente no busco información, salvo cuando necesito una fuente concreta para proporcionársela a mi asistente.
En el ámbito laboral, con Copilot es súper fácil e intuitivo localizar esos orígenes de información. Nota: como es lógico, esto requiere un estudio y un proyecto de adopción para que sea así de efectivo. Pero estamos hablando de mi contexto laboral, y ese sería tema para otro artículo.
En la comunidad técnica, de la cual me siento orgulloso de formar parte, los asistentes me ayudan mucho a estar al día: resúmenes de videos, organización de charlas, creación de contenido… últimamente, me encuentro conversando con ellos. ¿Por qué? Pues porque me ofrecen puntos de vista a confrontar, si se los pido. No sé a dónde me llevará este camino, pero algunos modelos reflexionan, en mi caso, casi mejor que yo, jaja.
Un ejemplo reciente
Tengo que preparar una charla sobre, ¡oh, novedad!, un tema del cual ya tengo cierto dominio. No soy experto, pero me manejo bien, sobre todo enfocado en su aplicación empresarial, como os podéis imaginar.
Tengo mis ideas en la cabeza; ya he dado varias charlas parecidas, pero necesito plasmarlas de nuevo. Aquí entra el grado de automatización: crear la presentación, diseñarla según el template establecido… A mí lo que me motiva es la demostración, enseñar algo ameno para inspirar (que no para formar, ya que no es el objetivo de la charla). La presentación, para mí, es simplemente una forma de ordenar lo que quiero contar; no es el fin de la charla.
Lo primero que hice al levantarme fue pedirle a mi asistente: «Vamos a trabajar en una charla sobre X y sus nuevas características». Unos segundos después, ya tenía un borrador completo, y eso que el prompt no era especialmente refinado. ¿Por qué? Porque me dirigí al asistente de manera natural, en plan «Hola, buenos días, ¿nos ponemos a currar?». Luego continué la conversación:
- «Vamos a ir desarrollando la agenda. Necesito una presentación para PowerPoint y una demostración. Para mí la demostración es importante; también la presentación, pero quiero tener un enfoque claro para la demo desde el primer momento. ¿Empezamos?»
Y así he estado trabajando con mi «compañero» esta mañana. Llevamos ya 40 diapositivas, con consejos para la presentación e incluso una lista de prompts para generar imágenes, que me ayudará a crear otro asistente de mi «pool» de IA generativa. Las ideas son mías, el orden y el enfoque es un mix; el asistente ordena mis ideas mejor que yo, lo reconozco.
Ayer estuve con una presentación toda la mañana, sin ningún tipo de ayuda. Hoy, en una hora, tengo más contenido y una idea más clara de cómo hacer la presentación que con la de ayer en cinco horas.
Además, he escrito este artículo mientras se preparaban las imágenes.
Reflexiones finales
Termino esta reflexión con mis sensaciones: hoy siento que estoy colaborando más que dando órdenes. Y eso me ahorra tiempo. ¿Para hacer más cosas? No, para hacer las mismas, pero mejor.
Tiempo, divino tesoro.
Asistentes mencionados en esta reflexión:
- Microsoft 365 Copilot (Word y PowerPoint)
- Open AI o1-mini
- Open AI GPT-4 (Canvas)
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Nota: El contenido de este artículo ha sido generado con la ayuda de IA, para más información haz clic aquí














































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